La silicona es la opción ideal para trabajar en altas temperaturas. Ofrece una excelente resistencia, alcanzando a soportar temperaturas de hasta 250 °C. Si bien es adecuado para aplicaciones con exposición a los rayos UV y el ozono, no se recomienda el uso de silicona a la intemperie, ya que puede que no ofrezca las propiedades mecánicas requeridas. Este no es un material de alta resistencia y se rompe fácilmente.

Habiendo dicho eso, tenemos grados de compuestos especiales que brindan una mejor resistencia al desgarro que la silicona estándar. La fluorosilicona, por ejemplo, también ofrece estabilidad a altas temperaturas, pero con mayor resistencia química.

 El Vitón es también una excelente opción ya que conserva sus buenas propiedades mecánicas y resistencia química (aceites, combustibles, lubricantes y la mayoría de los ácidos minerales), incluso trabajando a temperaturas extremadamente altas. Los productos moldeados en este material permanecen elásticos cuando se exponen al envejecimiento en horno de aire hasta 205 °C o exposiciones intermitentes hasta 316 °C. Comúnmente utilizado en juntas tóricas y otros productos moldeados o extruidos, este caucho para temperaturas extremas también brinda la mejor resistencia a los fluidos de cualquier caucho comercial.

El caucho sintético EPDM, es un copolímero de monómeros de etileno, propileno y dieno. Este material ofrece una regular resistencia al calor, con un rendimiento óptimo hasta +110 °C. También ofrece una regular resistencia al desgarro, la abrasión, el vapor y la deformación por compresión. Si bien es resistente a los ácidos diluidos, las cetonas y los álcalis, el caucho EPDM ofrece poca resistencia a los combustibles a base de petróleo, la mayoría de los aceites y los solventes no polares. Sin embargo, es sin dudas el caucho más utilizado ya que a sus características técnicas favorables, suma una ventaja muy importante: es un polímero de bajo costo.